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Global Center for Proactive Democracy                                 Sunday, June 20, 2021

Centro Global para la Democracia Proactiva

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            Centro de Estudios para la Democracia Proactiva

La ingobernabilidad democrática como instrumento de lucha
www.democraciaproactiva.org 

Editado y actualizado: Naples, 4 de junio, 2021    

MIAMI – julio 20, 2009 - La ingobernabilidad democrática es la herramienta de lucha por excelencia para sacar del poder a los gobiernos totalitarios o autoritarios de corte ‘izquierdistoides’. La ingobernabilidad democrática es la versión moderna de la lucha cívica no violenta que no toma como centro la demanda de derechos civiles, sino la exigencia de bienes y servicios concretos a partir de la insatisfacción generalizada de las prestaciones sociales. Esa insatisfacción social confirma la inoperancia del régimen, que lo convierte en ilegitimo y justifica la creación de un gobierno alternativo.

La izquierda ha manejado muy bien la insatisfacción social como bandera de lucha, algo que se atribuye como propia y cuando asume el poder la convierte en su patrimonio. Y negligentemente, la oposición al verse sin base social, trata de confrontar el poder político en la cúpula, no desde su base, para recuperar el poder de convocatoria y la capacidad movilizativa de los más necesitados.

La estrategia es similar a la de los movimientos sociales de izquierda, algo así como la cura a partir de su propio veneno, pero con otro fin: recuperar la democracia de origen y en ejercicio. Aquí hay que tener mucho cuidado, no subestimar la capacidad operativa de los regímenes totalitarios y quererlos enfrentar con las herramientas típicas de la democracia, porque pueden ser oxígeno para su fuego.

No hay experiencia del desmonte de un sistema totalitario bajo esta condición social, donde se haya impuesto la voluntad de los que no quieren vivir como siempre sobre los que quieren seguir viviendo como hasta ahora. Sin embargo, eso no significa la ineficacia del método propuesto, cuando no hay ninguna alternativa viable a la vista.

El caso cubano es buen referente, aunque no se ha encontrado el método apropiado para salir del totalitarismo, si ha sido un buen teatro de operaciones donde se han ensayado un sin número de estrategias, que ante sus evidentes fracasos, no ameritan repetirse en nuevos escenarios como Venezuela, Bolivia, Nicaragua o Ecuador. A pesar de la advertencia, al menos en Venezuela se imitaron los métodos y dieron igual resultados. Sin embargo, Venezuela ha sido un laboratorio donde escenarios que se creían vitales para un mejor desarrollo de la lucha liberadora como el multipartidismo, elecciones, fronteras terrestres, tenencia de armas, etc. tampoco dieron resultaos positivos. 

La ingobernabilidad democrática necesita de una voluntad cívica, que debe formar parte de una disciplina espiritual y psicológica de los líderes, para llevarla a cabo. Y de una conciencia nacional, al menos de la dirigencia superior opositora, para evitar que las artimañas del poder puedan hacerlos caer en su propia trampa, como conminarlos a abandonar su escenario natural de lucha hacinándolos emigrar, bajo la premisa de “enemigo que huye puente de plata”.

La Oposición nunca puede ser reactiva, sino proactiva, trazar y adelantar sus propias iniciativas, principalmente las relacionadas con su base social. En este aspecto es muy importante las observaciones que hizo la periodista Hilda Pupo S. del periódico Ahora de Holguín: “Resultar maltratado cuando le prestan un servicio, y no reclamar por pena o porque se cree infructuoso, alimenta, sin quererlo, las actitudes conformistas. Aceptar en silencio una desfachatez, es la mejor manera para acrecentar los tan criticados actos de violación de sus derechos como consumidor, usuario, paciente o simple ciudadano; es renunciar a la posibilidad de protegerlo”.

La indefensión adquirida es parte de los mecanismos sistémicos de los regímenes totalitarios, que se estabilice como una cultura, incluso para los derechos básicos, entonces que decir frente a derechos civiles y políticos, que conllevan más riesgos y son menos atractivos para la población común.

La importancia de la ingobernabilidad democrática, que no es más que el reclamo generalizado de los bienes y servicios ante un gobierno que es responsable de todo, es que tiene como objetivo descentralizar la represión, darle una base moral a la lucha política y motivar a las masas para su incorporación a la misma. La masividad impide la responsabilidad directa de líderes que podrían ser encausados y sometidos a medidas ejemplarizantes, que puede incluir hasta la pena de muerte. Esto es parte de la estrategia de un expreso político y líder de la oposición santiaguera, que siempre llamaba a saturar la represión como estrategia de lucha.

La ingobernabilidad democrática, aunque es un fenómeno de masas, debe ser orientado, canalizado y liderado por la oposición política y la sociedad civil. Quienes a su vez deben definir muy bien y dejar bien claro el papel y la diferencia entre movimientos políticos y organizaciones de la sociedad civil, para no interferir en los objetivos y propósitos de cada una de ellas y desvirtuarse de su verdadero papel ante la sociedad.

Los líderes de la oposición política y de la sociedad civil son los primeros que deben interiorizar el alcance y estrategia de la ingobernabilidad democrática, que con la implementación masiva de sus métodos alcanzar
án el propósito de la unidad en la lucha, sin buscar esa unidad estructural, que muchos se proponen y que se hace imposible de lograr. No obstante, la efectividad de la ingobernabilidad democrática depende de la capacidad de los líderes de preparar y capacitar a sus activistas en este método de lucha, que a su vez serán los encargados de ponerlos en práctica y servir como detonantes en las demandas sociales.

Los integrantes de la oposición militante, son los primeros que deben asumir una conducta de ingobernabilidad y ponerla en práctica permanentemente. Eso significa, no deponer la asistencia a ninguna actividad programada, por causa de una citación de los órganos represivos; no permanecer voluntariamente en los puntos de citaciones después de la hora fijada sin la atención del funcionario previsto; no aceptar métodos de tortura física y psicológica, como permanecer pasiblemente en las oficinas de interrogatorios por tiempo indefinido con la climatización a niveles humanamente insoportables. No aceptar –nunca– como bueno el trato dispensado durante detenciones largas o cortas; no pagar multas por implicaciones políticas y estar preparados para la confrontación política con sus represores y la aceptación voluntaria y consciente del sufrimiento que impone la lucha, para enfrentar el miedo que nos impone el enemigo como tortura psicológica.

La oposición tiene que preparar seminarios para impartir los métodos de la ingobernabilidad democrática y las organizaciones entrenar a sus activistas en la implementación de la misma. Los activistas deben aprovechar todo escenario propicio, para resaltar la inconformidad social, desde una reunión de barrio hasta una manifestación espontánea de ciudadanos. Siempre haciendo alusión a su representatividad social como miembro de una organización de la oposición política o de la genuina sociedad civil.

Las condiciones objetivas y subjetivas para implementar este método de lucha están dadas, prueba de ello, fue la visita por los diferentes municipios del Primer Secretario del Partido Comunista en la provincia de Santiago de Cuba, Lázaro Espósito a quien la población lo bombardeó con sus planteamientos y quejas, por las pésimas condiciones que viven, principalmente los pobladores de las zonas rurales.

La oposición política para lograr sus objetivos de vinculación con las masas tiene varias premisas que cumplir: a) Convertirse en una oposición real y técnicamente definida bajo los principios y métodos establecidos bajo los cánones internacionalmente reconocidos b) Identificar los principales reclamos de la sociedad y salir en su representación para demandarlos, no para solucionarlos c) Asumir los riesgos y sacrificios de la lucha interna, sin abandonar el país. No se puede predicar la moral de la lucha, con una visa en el bolsillo d) Estructurar mecanismos de representatividad y elegibilidad política que ponga a la oposición en capacidad de formar gobierno.

La ingobernabilidad democrática no tiene como premisa convertir a los individuos en patriotas, sino crear los mecanismos que los obligue a comportarse patrióticamente y para ello, hay que contrarrestar los elementos negativos en la sociedad, como el escapismo, abandonar el país como única alternativa viable para lograr resultados deseados a corto plazo. Solo permaneciendo en el país se puede incidir en esa gran mayoría de la población que está obligada a quedarse en la Isla, a pesar del inmovilismo generalizado, albergando la esperanza de algún día abandonar el país. Los que permanecen en el país son los únicos que tienen la posibilidad de implementar la ingobernabilidad democrática, si algún día quieren disfrutar de su propia en  libertad, no de una libertad ajena y prestada por demás.

Hay que asumir como cierto los riesgos que representa asumir una actitud de ingobernabilidad, que infiere la posibilidad real de ir a la cárcel. Pero la ingobernabilidad es un cambio de mentalidad que conlleva en sí misma un cambio de actitud. Esa actitud es una manera diferente de enfrentar las imposiciones del poder, por lo que la cárcel es parte de la estrategia, que incluso puede llegar a provocarse para saturar la represión y desmontar uno de los instrumentos represivos más efectivos de los regímenes totalitarios, el miedo.

La prisión tiene dos componentes que se deben tener en cuenta, si se quiere vencer su efectividad como método represivo: que se considere un fin, un propósito.  En un término muy nuestro, como una tarea y que los que vayan a cumplir esa misión, reciban una atención esmerada por parte de sus compañeros, primero para con su familia, desde el mismo instante de la detención  y luego con los encarcelados.

El apoyo tiene que ser moral, material y logístico, pero algo preconcebido para que los luchadores políticos y sociales enfrenten los arrestos y encarcelamientos, seguros de que sus seres queridos, incluso bajo su responsabilidad, estarán amparados por sus compañeros de lucha. Solo así se podrá elevar la moral de nuestros activistas, que podrán asumir las detenciones y encarcelamientos como parte de esta nueva estrategia de lucha.

La participación masiva en la ingobernabilidad democrática, será el mejor antídoto contra la represión, hay que llevar el régimen a la represión masiva, para poderlo saturar. En este sentido hay que desplegar todo un movimiento cívico contra la pena de muerte, expresión máxima de la represión del régimen, pero que entra en franca contradicción de los movimientos sociales izquierdistas, ya que el enfrentamiento a la pena de muerte es uno de los componentes fundamentales del antiamericanismo mundial.

Si la ingobernabilidad democrática contempla un cambio radical en la mentalidad, también requiere de un cambio radical en las acciones que necesitan de nuevas estructuras para implementarlas. Así, la creación de los Municipios de Oposición, sería el embrión de nuestros futuros gobiernos locales, pero además sería la mejor manera de que la población se vaya acercando y reconociendo a un nuevo liderazgo.

La decisión de algunas organizaciones políticas del país de implementar algunas iniciativas de la ingobernabilidad democrática, obliga a acelerar la elaboración metodológica de su puesta en práctica y la capacitación masiva de los activistas políticos y sociales en esta nueva forma de oposición, que va a requerir de un nuevo componente humano, con motivaciones e intereses diferentes.

La descentralización de la oposición y la creación de estructuras locales que canalicen las inquietudes sociales y demanden del gobierno el cumplimiento de sus obligaciones materiales y de servicios, va a necesitar de recursos externos y de un compromiso mayor de aquellos que un día formaron parte, precisamente de esta oposición.

Los pueblos no pueden arrastrarse a la lucha, hay que crear mecanismos que los entusiasme a participar en ella. Los gobiernos de oposición local pueden motivar, incluso a las personas radicadas en el exterior a apoyar la lucha interna y facilitar que la ayuda de las Agencias norteamericanas se distribuya de forma más equitativa a nivel nacional y no como hasta ahora que favorece a grupos y personas de acuerdo a los intereses de los que las distribuyen desde el exterior.

El uso de la tecnología y la fiebre de los blogs, podría facilitar darle rostro a todos nuestros municipios, donde cada uno pueda promover desde sus nuevas figuras políticas hasta sus proyectos sociales y sus actuales condiciones, incluso de infraestructura, como es la falta de viviendas, viales, agua potable, electricidad, transporte, etc.

La ingobernabilidad democrática incluye el ejercicio de todas las libertades, desde la política hasta la económica. Por tanto, debe insistirse ante los campesinos el derecho que les asiste de producir y vender libremente sus productos y a los ciudadanos a comprar y vender libremente sus bienes y servicios. El mercado negro ha sido la expresión máxima de desobediencia de la población cubana, por tanto, debe entenderse como acto de reivindicación social ante la falta de la libertad económica.

La oposición tiene que identificar todas aquellas promesas que la llamada “Revolución” le hizo al pueblo y empezar a ejercerlas libremente, como un derecho natural que le existe, desconociendo las imposiciones que ahora se les imponen. Muchas de ellas no aparecen bajo prohibiciones o regulaciones jurídicas, como es el traslado de productos agrícolas desde las zonas rurales hacia la ciudad, los que muchas veces son decomisados de forma arbitraria, hay que educar a la población y representarla en la defensa de su libertad de ejercer todo lo que no esté prohibido o bajo prohibiciones ilógicas e irracionales.

Los Municipios de Oposición como su nombre lo indica, son una estructura política fuera del control político y administrativo oficial, por tanto, sus actividades no pueden ser las mismas de los Gobiernos Municipales en ejercicio, sería un error tratar de suplantarlos o realizar actividades que alivien sus responsabilidades. Los Gobiernos Municipales de Oposición no pueden prestar servicios, distribuir bienes y productos o realizar obras sociales, etc. que los aparten de su verdadera función, la demanda social.

El objetivo de los Gobiernos Municipales de Oposición es ganar representación ante la población a partir de las demandas sociales, desde lo individual hasta lo colectivo. Las demandas sociales son los pilares de los fundamentos políticos, no se puede ver una cosa separada de la otra. La representación política se adquiere liderando las aspiraciones sociales de la población. En esta etapa pasaremos de las demandas sociales a las proclamas ciudadanas, a partir del levantamiento social de cada municipio.

Los Municipios de Oposición tienen que lograr una estructura desde la base, con delegados a nivel de circunscripción, que serán los que recogerán las inquietudes o quejas de los individuos, principalmente aquellas que el gobierno ha rechazado o dejado en un limbo de solución. Las personas afectadas o víctimas de la negligencia estatal deben conocer que su caso está siendo atendido por los comisionados de oposición en cuestión o sus delgados, porque son quienes deben rendírseles cuentas de las gestiones realizadas, para lograr el reconocimiento de la población y que ésta pueda identificar quienes son sus verdaderos líderes sociales.

Los delegados a nivel de base o circunscripciones tienen que estar al tanto de las situaciones individuales de los ciudadanos y presentarlas al Delegado del Poder Popular, a la vez que la pasa al Comisionado correspondiente. La sumatoria de todas esas irregularidades será objeto de un informe bien redactado y minuciosamente corregido, firmado por el Comisionado a quien corresponda y el presidente del Municipio de Oposición, quienes lo presentarán al Poder Popular Municipal y sus respectivas Direcciones, según corresponda: Vivienda, Salud, Transporte, etc. Los casos de competencia jurídica, los Comisionados de Derechos Humanos también presentarán las reclamaciones ante la Fiscalía Municipal, Provincial o Militar según corresponda.

La estrategia ante la actitud de indiferencia o de oídos sordos, que las autoridades puedan asumir a los reclamos presentados por los comisionados, será la divulgación masiva de las deficiencias recogidas en los informes, que, aunque todo el mundo la conoce, al ser representadas y acreditas a una nueva autoridad interna de oposición, les roba el espacio político y representativo a las autoridades gubernamentales.

Los reclamos masivos, no necesariamente tienen que ser manifestaciones populares, tal vez puedan aparecer espontáneamente en etapas subsiguientes, cuando las masas adquieran una mayor responsabilidad en la toma de decisiones. Sin embargo, la ingobernabilidad democrática, contempla el método de la protesta masiva interna, que hace más efecto, más civilizada, participan entes pensantes y pone en menos riesgos a la población, que casi siempre queda como víctima del exceso y abuso de la fuerza.

El ejercicio del poder, la vinculación con las masas, el conocimiento de la realidad de cada sector y un liderazgo bien ganado, hace de los gobiernos de oposición una cantera para un futuro gobierno democrático en Cuba. Por esta razón es contraproducente que la Comisión Municipal de Oposición esté compuesta por personas que estén en trámites de salida del país, o que esa sea su prioridad. Eso los descalifica moralmente ante la población, porque no hay convocatoria posible ni una convicción política que venza el miedo, con una visa de refugiado en la mente o en el bolsillo. Por tanto deben revisarse los acuerdos migratorios y corregir todo aquellos que menoscabe la lucha, no necesita un ejército de exiliados, sino todo un pueblo reclamando justicia y libertad.

La iniciativa de la Ingobernabilidad Democrática contempla una redefinición de la oposición interna, que va desde el comportamiento ante las fuerzas represivas hasta una imagen de liderazgo y representatividad, que incluye desde el uso de modales correctos, porte y aspecto y postura de una oposición profesional. Nuestros líderes deben despuntar como futuros cuadros de un gobierno democrático, pero deben comenzar desde ya. Tenemos que crear las personas con condiciones de ser elegibles y los mecanismos de elegir, hoy la oposición no está en capacidad de elegir un liderazgo nacional que sustituya el gobierno en el poder.

Las actuales circunstancias imponen algunas improvisaciones, pero los Gobiernos Municipales de Oposición tienen que lograr la renovación constante, premiando la evolución y desarrollo de los delegados y comisionados, por su servicio a la población. Solo sí obtendremos los mejores cuadros, nuestros futuros servidores públicos.

La ingobernabilidad democrática es una responsabilidad de todos, y debe ser una actitud permanente y una obligación de los que han llegado por conciencia a formar parte de la oposición. Tiene que ser una actitud ejemplarizante ante la población que pretendemos representar. Los promotores de la iniciativa a cualquier nivel deben concertar una reunión con todos los líderes de la oposición y de la sociedad civil de su radio de acción - en este caso el municipio - para pedir su cooperación, faciliten la logística y brinden el apoyo de sus activistas y militantes para formar la gran de red de los municipios de oposición.

La logística de acción indica que las reuniones masivas casi siempre son frustradas, nuestra metodología de la ingobernabilidad democrática indica que las coordinaciones se harán de la forma más práctica, a nivel celular si es necesario, de esa misma forma se pueden dar los seminarios, en capacitación directa, como realizan sus labores los Testigos de Jehová

Si aspiramos a líderes capacitados para ocupar cargos de gobierno a cualquier instancia tenemos que formarlos con conocimiento de causa. Los diferentes comisionados deben hacer un inventario físico y situacional de toda la infraestructura de su municipio, y cuando las circunstancias lo permitan trazar proyecciones de las necesidades básicas de su sector para posibles proyectos, a partir de las demandas sociales. Hay que lograr en el menor tiempo posible la capacidad de formar gobierno, hoy no la tenemos.

Las tareas de un Municipio de Oposición son tan amplias que se necesita de la participación de toda la fuerza opositora de la localidad, por tanto, es necesaria la identificación pública de todos los opositores e integrantes de la incipiente sociedad civil de cada municipio. Es muy importante que la población conozca quienes son los luchadores sociales, se pueda valorar la capacidad y crecimiento de la oposición y desde el exterior, se pueda conseguir el contacto directo con sus conciudadanos municipales.

La efervescencia política, de un municipio de oposición determinado, se podrá medir por la capacidad de la nueva prensa independiente, que jugará un papel muy importante, cubrir las demandas sociales de los comisionados y documentar las irregularidades que son motivo de quejas de la población.  El rebote de esa información será la mejor arma que tendrán los delegados y comisionados para emplazar a las autoridades gubernamentales. Todos los municipios de oposición, por esa razón deben tener un blog que refleje sus actividades y todo su trabajo que sea de interés público, tanto nacional como internacional.

Los municipios de oposición funcionan de forma autónoma, no hay una Dirección Nacional de Municipios de Oposición, ni representantes en el exterior, cada municipio realizará sus propios contactos para su patrocinio. La directiva de cada municipio podrá determinar el contenido de trabajo de sus comisionados teniendo en cuenta las características propia de cada municipio, siempre que mantenga lo conceptuado en los lineamientos y objetivos para lo que fueron creados.

Cada delegado sube a los comisionados un informe de los medios básicos, inmuebles, centros de servicios, de salud, educacionales e industrias en su área de atención. Los delegados además de la información que reciben directamente de la población, deben tener a activistas que lo apoyen en su trabajo de búsqueda, documentación y verificación de las informaciones.

Uno de los propósitos más importantes de la Ingobernabilidad Democratíca es la masificación y diversificación de la lucha en busca de la represión saturada. No podemos tener hombres montañas, hombres orquestas, que sean objetivos ejemplarizantes del régimen y potenciales candidatos a la manipulación. La lucha tiene que estar presente en los campos y las ciudades. Los lugares de silencio tienen que adquirir su propia voz, por eso cada municipio de oposición tiene que tener su propio blog, para darse a conocer y ser conocido. Si tenemos 169 municipios, potencialmente tenemos 1690 luchadores sociales diseminados en cada punto del país. Eso es imposible de controlar y la ingobernabilidad se hará presente. Y lo fundamental, no existe el marco legal para reprimir a quien demanda lo que por moral se le debe dar. La causa inventada aquí no tiene cabida, no hay cárcel para tanta gente. ¡Pa’la calle!

Sin embargo, la estrategia del régimen no cambia: las amenazas, que algunas veces se cumplen u otras veces se asumen como reales y con ello se logra la auto represión. Esas intimidaciones, que provienen de ejecuciones reales como precedente,  hacen mucho daño.  Por eso, con la ingobernabilidad democrática se pueden superar esos temores.  Las citaciones, los interrogatorios, las detenciones y la prisión misma deben convertirse en una herramienta de la Ingobernabilidad Democrática.

En las citaciones deben tomarse todas las medidas, desde el apoyo a la familia del citado hasta su acompañamiento a la cita. Las citas tienen que cumplirse con el horario señalado, de lo contrario abandonar el lugar de inmediato, hay que hacerse ingobernable.

Los interrogatorios deben convertirse en un acto de demanda políticas y sociales, arrebatarle el protagonismo al interrogador y hacerlo responsable por la situación del país. Obviar sus amenazas y preguntas, nada de eso cambiará el final destino del interrogado.

Las detenciones, pasan por una preparación psicológica: desde la entrada por un túnel a oscuras hasta la espera de un Instructor que nunca llega en un curto cerrado con una climatización excesiva, debe hacerse el intento por apagar el equipo de aire acondicionado o abandonar el recinto, ante esta actitud de inmediato surge la solución.

Las prisiones son una buena tribuna para la Ingobernabilidad Democrática, pero hay que eliminar el mito del auto aislamiento, debe utilizarse cada acto dentro de los destacamentos en las prisiones para alzar la voz en defensa de todos los presos, principalmente por los presos sociales o los abusos que se cometen contra los presos comunes, aquí también hay que hacerse ingobernable. La prisión tiene que asumirse como una misión, no como un castigo, así la asimilan mejor los presos comunes, incluso aquellas personas que son llevadas a misiones internacionalistas, dejándolo todo atrás, asumiendo riesgos y sacrificios, sin la razón moral de una causa que les asiste lo hacen con una voluntad consciente.

La Ingobernabilidad Democrática no es ocultar lo que hacemos, sino desobedecer lo que se nos impone. La importancia de esta iniciativa es que, aunque el enemigo conozca la estrategia, no tiene la capacidad de neutralizarla, porque parte de su propia naturaleza. La Ingobernabilidad Democrática tiene la fuerza de la lluvia, que, aunque la veamos venir, no se puede evitar. Entonces, como dijera nuestro Apóstol José Martí: “Es la hora de los hornos, y no ha de verse más que la luz”

 



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